El hijo de la Argiva. Medusa

viernes, 2 de abril de 2010
Al cabo de un tiempo Perseo se encontraba en el claro de un bosquecillo, cerca de las montañas de Occidente. De pronto oyó una canción entonada con la voz rota de unas ancianas, el joven se acercó sigiloso y contempló a tres horribles mujeres de largos cabellos grises, arrugadas y pequeñas, que daban vueltas alrededor de un caldero. Las tres Grayas eran mujeres ciegas y desdentadas que compartían un único ojo y un único diente.El joven se puso el casco de Hades, que le hacía invisible, y se acercó sigiloso robando el diente y el ojo de las ancianas. Las Grayas se volvieron y lo miraron con sus ojos vacíos y dijeron con su boca desdentada:“¿Quién eres y qué quieres extranjero? Devuélvenos lo que es nuestro”“Quiero saber donde se oculta Medusa, la Gorgona” respondió Perseo “entonces os devolveré lo que es vuestro”Las tres ancianas se reunieron y hablaron en voz baja mientras Perseo esperaba, al poco se volvieron hacia él:“El palacio de la Gorgona lo encontrarás si sigues al boyero hacia la puesta de sol y luego lo dejas a la izquierda. Cuando veas relucir al Aguador en el cielo allí la encontrarás”
Las estrellas brillaban en la oscura noche, el palacio de Medusa se alzaba sobre una loma junto a la que corría un caudaloso río. Perseo aterrizó suavemente sobre el patio donde fue recibido por una colección de estatuas de piedra, guerreros que habían caído en manos de la terrible Gorgona.Una suave melodía le llegaba desde el interior, Perseo se puso el casco de Hades y empuñó la hoz y el escudo que los dioses le habían dado. Se deslizó por el palacio cubriéndose con el escudo, el sol entraba por los grandes ventanales y el escudo refulgía en la oscuridad.Una figura se recortaba en las sombras, una mujer de bello rostro lo miraba seductora, de su cabeza nacían terribles serpientes que entonaban una melodía. Perseo se cubrió con el escudo mientras Medusa le clavaba una furiosa mirada, sin embargo solo contempló su reflejo en el escudo y con un atronador grito se convirtió en piedra.Perseo se acercó al monstruo y lo degolló con la hoz. Un nuevo prodigio se originó al caer la sangre de Medusa al suelo, un caballo alado de color blanco nació. Era Pegaso, quien sería la montura de muchos héroes. Perseo lo montó y salió de allí a toda velocidad mientras el cuerpo de la Gorgona estallaba al nacer un gigante de su interior.El hijo de Dánae salió del palacio de Medusa montando en Pegaso y con la cabeza de la Gorgona en una bolsa. Se dirigía a Sérifos para rescatar a su madre.

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